Desamores a la vista

Bienvenidxs al abismo

En un intento de bajar el mundo de la filosofía a los 9700 millones de habitantes que sentimos cosas similares cuando nos enfrenta el desamor, y nos desafía un camino interminablemente largo como una autopista recta e infinita conduciéndola solitariamente, intentaremos aquí hablar sobre el tránsito del amor a la soledad, que claramente, esta trasvasada por experiencias personales, una de las cuales me encuentro viviendo ahora mismo (spoiler de altos niveles de drama).

Paciencia, recién me levanto con altos niveles de clonazepam encima y “el mundo gira” a pesar de que las ideas están claras. Creo que anoche dormí mirando algunos videos de Gabriel Rolón, ¿serán por eso las náuseas o la combinación del clonazepam sin cenar hizo estragos? Pongamos las cosas claras, el pobre de Rolón encontró una veta que no tiene grieta, todos todas y todes atravesamos grandes desamores en algún (o algunos) momentos de nuestra vida. Y si bien el ser humano es el único ser que tropieza con la misma piedra varias veces, ahí está Rolón para darnos un bastón de bambú, lo suficientemente firme para apenas levantarnos y lo suficientemente frágil como para que se vuelva a romper y ante nuestra indignación de no entender el fenómeno comprar sus libros y cuando el bastón literario se quiebre... vamos al teatro a ver en que seguimos fallando.

Pero nuestro amigo no es el punto de este escrito, mas allá de todo logra ser un soporte intelectual para las almas en pena y por mi lado reivindico poner en tapa a la salud mental, pero aquí intentamos abordar el sentimiento desgarrador que significa la perdida de un ser amado y querido, y claro que no hablamos de una muerte, pero... ¡cual es la diferencia? Objetivamente (desde una mirada exterior) es lo mismo, es alguien a quien no veremos nunca más, o peor aún, veremos como nos clava una mirada fría y cuasi cruel, cuando a nosotros se nos parte el alma y se nos desarma la vida de proyectos que habíamos construido con esa persona..

Voy al caso, hay un dicho que reza “en la tormenta se maniobra fuera de regla” Descártenlo en cuestiones del amor, lo dice un dolido, hoy rozaría la violencia de género el hecho de presentarse en la casa del otro alguien a cantarle nuestras verdades (solo nuestras, no sabemos si verdaderamente lo son), seria violento invadir el espacio ajeno sin permiso y por más ridículo cuando no hay eco del otro lado. Si “la sumisión a los impulsos es la esclavitud” como decía Rousseau es cierta, deberíamos ser menos esclavos y dejar de escribir, mensajear, contactar y revisar redes de quien ya no desea formar parte de la nuestra vida.

“Pueden superarse las necesidades pero no las esencias” decía Aristóteles, Ayyyy pero mi esencia era estar con el/ella!!!! Bueno, en ese punto es donde llega el momento de reconstruirse, hay que darse tiempo para reinventarse uno mismo, desde cero, encontrar la esencia que nos define y recomenzar.

Ah, pero este blog es un desahogo de un tipo roto? No, el tipo tiene el corazón roto pero él no lo está, de hecho proximamente se vienen entradas mucho mas divertidas y algún avance sobre mi última novela. (No te vayas, te prometo mejorar dice el toxi) jaja. 

La foto que ilustra el escrito fue tomada en un momento sublime, caminando de la mano yendo a ver una obra de teatro en el centro de CABA, el mundo era nuestro y la ilusión de una vida juntos se respiraba a cada paso. Hoy estoy desolado por un sentimiento de vacío interior que me agobia y me desgarra por dentro. Imposible que esto sea una matrix o una simulación de vida para los que afirman tal cosa, este dolor y esta soledad no se podría sentir en otra existencia que no fuese la cruel realidad.

Continuará..