Cardiocentristas Vs Cerebrocentristas
Finalmente, la neurociencia comienza a investigar qué pasa con los
sentimientos encontrados de racionalidad vs pasión. Mientras la memoria
privilegia los recuerdos agradables (ay, mi ex), el cuerpo rechaza los lugares
en donde percibe dolor. "El cuerpo percibe antes lo que la mente aún no
sabe" es un gran título para la entrevista realizada a Nazareth Castellano,
licenciada en Física Teórica, doctora en Medicina, máster en Matemáticas
Aplicadas a la Biología y en Neurociencias. Las conclusiones las cuenta en
último libro, 'Neurociencia del Cuerpo' (Editorial Kairós, 2022).
Meditar y bailar son algunas de las claves de la ciencia para ser feliz, pero el camino para nuevos descubrimientos no ha hecho más que empezar. "Es el momento de que la ciencia se ocupe de cómo podemos generar bienestar" afirma, en una contraposición a la medicina curativa y en absoluto preventiva (¿les comenté que mi ex es médica? Ay, que diría de todo esto).
Mas allá de todo lo escrito sobre meditación y salud, en esta entrevista en particular, la neurocientífica hace foco en crear salud con su práctica; “meditación no es mente en blanco, es atención a lo interno de nosotros mismos" y llama particularmente la atención que según los experimentos la mayor sensación de bienestar provocada por la meditación “desciende” del cerebro al cuerpo contrariamente como afirman los practicantes de algunas ramas del Yoga, en línea con algunas religiones orientales, que dicha sensación de paz “asciende” del cuerpo a la mente aquietándola.
Observar el propio estado, controlar la atención y a ser conscientes de nosotros mismos durante una situación estresante parece ser clave para tener el control de uno mismo durante tal situación según Harvard, a tal punto que sus académicos llamaron a estos experimentos “la mente sobre la materia” impregnando el estudio de un halo místico que nada tiene de ello, monos aún cuando se ha demostrado que nadie, absolutamente nadie puede mantener la atención al 100% centrada en algo a menos que se encuentre entrenado en meditación o claro, sea un doliente desamorado como quien escribe, que no puede dejar de pensar en su ex ni mientras escribe estas líneas.
El 47% del tiempo en el cual estamos despiertos no tenemos ningún control sobre nuestra atención, si a eso le sumamos el “blanco” mental que nos genera el celular mirando redes sociales, reels, videos y cuanta estupidez nos deje impávidos podríamos agregar que apenas somos lo suficientemente conscientes el tiempo necesario para trabajar e interactuar con otros esporádicamente.
Regresando a nuestra neurocientífica, ella afirma que la meditación no es budista, sino multicultural, y que la forma mas sencilla de iniciarla es concentrarse en las sensaciones corporales tales como la respiración para finalizar, en un grado mas avanzado de práctica, controlando los pensamientos y las sensaciones.
Confieso que he practicado la meditación y luego de escuchar a la entrevistada caigo en que nunca lo he logrado; siempre me duermo. creí que llegar a la relajación completa era entrar en un sueño profundo y resulta que no, es permanecer en un estado de completa atención sin pensamientos, emociones ni ronquidos porque una cosa es la meditación y otra la relajación.
Otra momento sublime del estudio expuesto en la entrevista es el baile, sip, la “neurociencia del baile”, resulta que cuando bailamos con otras personas los corazones se sincronizan, se crea un gran sentimiento de comunidad (nuestros ancestros lo sabían intuitivamente), y es un gran protector cerebral en el envejecimiento. Sobra decir que con mi ex, la que me dejó, bailábamos bastante pero ahora la senilidad asoma..
Finalmente, se aborda el tema “felicidad”. ¿Se puede entrenar la felicidad o estamos genéticamente predispuestos? Ya puedo escuchar las protestas de Byun Chul Han a lo expuesto por los estudios científicos, no lo voy a spoilear pero vale la pena escucharlo.
No me quiero extender mucho más, les dejo el link del video a la maravillosa entrevista realizada por la cadena SER española, la portada del libro y me voy a meditar a ver si logro olvidar a mi ex por algún momento, permiso.
Meditar y bailar son algunas de las claves de la ciencia para ser feliz, pero el camino para nuevos descubrimientos no ha hecho más que empezar. "Es el momento de que la ciencia se ocupe de cómo podemos generar bienestar" afirma, en una contraposición a la medicina curativa y en absoluto preventiva (¿les comenté que mi ex es médica? Ay, que diría de todo esto).
Mas allá de todo lo escrito sobre meditación y salud, en esta entrevista en particular, la neurocientífica hace foco en crear salud con su práctica; “meditación no es mente en blanco, es atención a lo interno de nosotros mismos" y llama particularmente la atención que según los experimentos la mayor sensación de bienestar provocada por la meditación “desciende” del cerebro al cuerpo contrariamente como afirman los practicantes de algunas ramas del Yoga, en línea con algunas religiones orientales, que dicha sensación de paz “asciende” del cuerpo a la mente aquietándola.
Observar el propio estado, controlar la atención y a ser conscientes de nosotros mismos durante una situación estresante parece ser clave para tener el control de uno mismo durante tal situación según Harvard, a tal punto que sus académicos llamaron a estos experimentos “la mente sobre la materia” impregnando el estudio de un halo místico que nada tiene de ello, monos aún cuando se ha demostrado que nadie, absolutamente nadie puede mantener la atención al 100% centrada en algo a menos que se encuentre entrenado en meditación o claro, sea un doliente desamorado como quien escribe, que no puede dejar de pensar en su ex ni mientras escribe estas líneas.
El 47% del tiempo en el cual estamos despiertos no tenemos ningún control sobre nuestra atención, si a eso le sumamos el “blanco” mental que nos genera el celular mirando redes sociales, reels, videos y cuanta estupidez nos deje impávidos podríamos agregar que apenas somos lo suficientemente conscientes el tiempo necesario para trabajar e interactuar con otros esporádicamente.
Regresando a nuestra neurocientífica, ella afirma que la meditación no es budista, sino multicultural, y que la forma mas sencilla de iniciarla es concentrarse en las sensaciones corporales tales como la respiración para finalizar, en un grado mas avanzado de práctica, controlando los pensamientos y las sensaciones.
Confieso que he practicado la meditación y luego de escuchar a la entrevistada caigo en que nunca lo he logrado; siempre me duermo. creí que llegar a la relajación completa era entrar en un sueño profundo y resulta que no, es permanecer en un estado de completa atención sin pensamientos, emociones ni ronquidos porque una cosa es la meditación y otra la relajación.
Otra momento sublime del estudio expuesto en la entrevista es el baile, sip, la “neurociencia del baile”, resulta que cuando bailamos con otras personas los corazones se sincronizan, se crea un gran sentimiento de comunidad (nuestros ancestros lo sabían intuitivamente), y es un gran protector cerebral en el envejecimiento. Sobra decir que con mi ex, la que me dejó, bailábamos bastante pero ahora la senilidad asoma..
Finalmente, se aborda el tema “felicidad”. ¿Se puede entrenar la felicidad o estamos genéticamente predispuestos? Ya puedo escuchar las protestas de Byun Chul Han a lo expuesto por los estudios científicos, no lo voy a spoilear pero vale la pena escucharlo.
No me quiero extender mucho más, les dejo el link del video a la maravillosa entrevista realizada por la cadena SER española, la portada del libro y me voy a meditar a ver si logro olvidar a mi ex por algún momento, permiso.
https://www.youtube.com/watch?v=WSY1qUYFOmk&list=LL&index=1
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