Pares dispares
Normalmente se habla de la “asimetría en la pareja” cuando uno de sus integrantes ocupa una posición dominante
en la misma, el típico ejemplo de la mujer que se ocupa de las decisiones más trascendentes mientras que el hombre
“acompaña” de atrás. Los ejemplos abundan pero siempre se refieren al miembro dominante y a la otra parte
como un “seguidor” (síndrome de empleado-jefe le han dicho por ahí).
Pero no es lo que en este artículo se pretende analizar. Todo proyecto, absolutamente cualquier proyecto al cual nos dediquemos requiere de tres elementos fundamentales: Tiempo, Dinero y Energía.
Hay proyectos que requieren más de un elemento que de otro, un año de estudio universitario en una facultad pública no requerirá tanto dinero como proyectar unas vacaciones en el exterior, cortar 300 metros cuadrados de césped (aun me duele la espalda) requiere gran energía y algo de tiempo pero no dinero, hay proyectos que requieren toneladas de los tres elementos como por ejemplo tener un hijo y otros solamente tiempo, como clavarse todas las temporadas de una serie de Netflix.
Soy un convencido que TODO proyecto debe medirse en los tres factores, Tiempo, Dinero y Energía para saber si estamos aptos para encararlos. ¿Tengo tiempo para encarar una carrera nueva? ¿Tengo el dinero para bancar un plan de ahorro de algún automóvil y el tiempo para esperarlo? ¿Tengo la energía para hacer yo mismo la limpieza de la casa o pago para que alguien lo haga por mi?
Ahora pasemos al núcleo de esta entrada. ¿Qué pasa si mi pareja tiene más tiempo, dinero y energía que yo? Me resulta imposible ser autorreferencial; Mi ex tenía mucha mayor disponibilidad de los tres elementos que quien les escribe al no tener hijos, también disponía de mayor libertad laboral y gozaba de mucha menor presión económica que yo. Habíamos logrado un frágil balance que no tardó en desmoronarse por mi propio estrés de no tener el tiempo suficiente para compartir juntos.
Es fundamental poder reconocer este tipo de asimetrías en la pareja para encarar el proyecto de construcción conjunta, aunque creo que el elemento “Tiempo” es crucial; me permito lamentarme en público, sentí que me rompía por dentro cuando ella me pedía humilde y amablemente una cena juntos y yo, ahogado entre la facultad, el trabajo y mis niños no podia mas que hacerle un llamado antes de desmayarme en la cama. Claro que es razonable la situación en estos tiempos de furia e hiperproducción, pero cuando el llamado con cara de cansancio se hace crónico estamos en graves problemas de asimetría..
La palabra “pareja” significa semejante, y aprovecho la ocasión para agregar “semejante en Tiempo, Dinero y Energía” lo cual no elimina en absoluto las singularidades de cada uno (que lindas son las diferencias que habilitan hermosos debates) pero si algo aprendí de mi último desamor es cuidar que las asimetrías no sean tan pronunciadas, buscar constantemente puntos de encuentro y gestionar las faltas de alguno de los tres elementos con charlas honestas y sin promesas incumplibles.
Que vivan las diferencias pero no las insalvables, que ningún avión puede volar con asimetría de sustentación en alguna de sus alas.
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